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El día 23 de marzo será recordado como uno de los más tristes para la historia de la ciencia; falleció en la Ciudad de Buenos Aires el Dr. Eduardo Charreau.

Eduardo H. Charreau nació el 27 de mayo de 1940. Fue Doctor en Ciencias Químicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), donde se inició en la investigación científica bajo la dirección del premio Nobel Bernardo Houssay. Fue Profesor en la Universidad de Harvard, donde tuvo la posibilidad de quedarse después de su post doctorado; sin embargo, fiel al pensamiento de Housay; “la ciencia es universal, los científicos tienen patria”, regresó al Instituto de Biología y Medicina Experimental donde estableció un prestigioso centro de referencia en endocrinología molecular. Fue Profesor Titular en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA.

Siempre dispuesto a servir para el crecimiento de la ciencia, ejerció la Presidencia del CONICET (2002-08), donde actualmente se desempeñaba como Investigador Superior Emérito. Fue Director del IBYME desde 1993 a 2010. Fue Presidente de la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (2008-10), Presidente de la Federación de Asociaciones para el Adelanto de las Ciencias, Director Nacional y Binacional del Centro Argentino Brasilero de Biotecnología y Presidente de varias Sociedades y Fundaciones, entre otros, de la Academia Nacional de Medicina, de la Academia de Ciencias Médicas de Córdoba y de la Third World Academy of Sciences (Trieste, Italia).

Ha recibido, además, numerosos reconocimientos y premios de prestigiosas instituciones nacionales e internacionales, incluyendo los premios Konex de 1993 en Ciencias Biomédicas Básicas y de 2008 como Administrador de las Ciencias; en 2015 recibió el Premio Dr. Juan J. J. Kyle, la máxima distinción de la Asociación Química Argentina. Recibió además la Orden de Caballero de las Palmas Académicas del Gobierno Francés y del Mérito Científico en el grado de Comendador, del gobierno de Brasil. Fue distinguido con el TWAS Award in Basic Medicine, la distinción Maestro de la Medicina Argentina, Dr. Honoris Causa de las Universidades de Tucumán y Concepción.

Ha sido consultor de la Organización Mundial de la Salud, del Organismo Mundial de Energía Atómica, de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) de Estados Unidos, del Institut Pasteur de Montevideo y de las Universidades de Pennsylvania (Estados Unidos), Federal de Rio Grande do Sul y San Pablo (Brasil).

Su labor científica se relaciona con la endocrinología molecular y la hormono-dependencia tumoral. Durante su prolífica carrera, ha publicado más de 200 trabajos de investigación, cinco libros y ha dirigido 24 tesis doctorales.

A pesar de que se consideraba un investigador en ciencia básica nunca dejó de pensar en forma disruptiva, buscando permanentemente el modo en que lo que estaba investigando pudiera serle útil a la sociedad. Los conocimientos surgidos de sus primeras investigaciones sobre receptores hormonales en cáncer de mama se aplicaron clínicamente, evitando mutilaciones inútiles a numerosas mujeres. También descubrió las causas de una enfermedad que ahora se conoce como el síndrome de resistencia en ovarios, logrando un tratamiento que permitió a mujeres con este trastorno poder quedar embarazadas.

Su carrera estuvo tempranamente vinculada a la innovación, ya desde 1990 mostraba preocupación por la transferencia del conocimiento al sector productivo (también como forma de servir a la sociedad), siendo pionero en fomentar proyectos que presentaran desafíos mayores, de más alto riesgo, pero con mayor potencial de impacto. Fue uno de los primeros que osó en pensar en la asociación público-privada, concretando una asociación con laboratorios Beta para el desarrollo de una tecnología que permitiera la producción nacional de insulina humana; fue un proyecto netamente innovador cuando la palabra innovación aún no se utilizaba en el ambiente científico.

Científico, político y administrador como pocos en su actividad. Ético, comprensivo y amable en su trato hacia los demás. Dr. Eduardo Charreau, un ejemplo inspirador.