La definición de una clara política científico-tecnológica perdurable en el tiempo y con un importante contenido social debería ser un hecho prioritario y una herramienta básica para soportar, mejorar y desarrollar nuestro devastado sistema productivo. Una adecuada integración entre el sistema científico-tecnológico y el sistema productivo, bajo normas actualizadas y claras ejecutadas por el estado bajo una sana y ágil burocracia en un entorno económico que garantice la financiación adecuada, es la única vía que podrá garantizar a futuro el desarrollo de nuestro país.

Esto no queda resuelto mediante una enunciación política, sino formulando y sosteniendo dicha alianza como política de Estado. Estos nuevos escenarios hacen imprescindible la investigación científica y tecnológica como el eje estratégico para la innovación, tanto en los recursos productivos como en la gestión integral del sector industrial y requieren establecer mecanismos ágiles para la articulación entre el Sistema Científico y Tecnológico y el Sector de la Producción de Bienes y Servicios. Debe también promoverse la generación de empresas de base tecnológica es la forma más eficiente de integración de la tecnología al sector de la producción, generando la transferencia de científicos (que hoy se apiñan esperando un cargo del estado para desarrollar su profesión) al sector productivo, promoviendo y favoreciendo la creación de cadenas de valor y transformando el conocimiento en innovación.

Dado que el sector científico (público o privado) es el único capaz de desarrollar y proveer la tecnología en la que se basa la innovación y dado que la SCA nuclea a quienes se han destacado en esta creativa disciplina, creemos que la institución tiene, de alguna forma, cierta responsabilidad en promover y facilitar que los cambios propuestos ocurran. También tiene las herramientas para hacerlo ya que cuenta entre sus asociados con científicos capaces de generar propuestas serias para que, transversalmente, la ciencia empuje a la innovación. Esto es, promoviendo y difundiendo la necesidad de la generación de políticas públicas que actualicen y dinamicen la educación universitaria, que fortalezcan el sector científico tecnológico dando un espacio lógico a la ciencia aplicada y al desarrollo industrial, que modernicen al estado actualizando principalmente sus sistemas regulatorios y favoreciendo la transferencia de tecnología al sector productivo, bien sea a través de la transmisión de conocimientos puros, la transferencia de científicos a la actividad privada o la generación de empresas de base tecnológica.